No puede dejar indiferente la perseverante experimentación, no de los jóvenes talentos, pues eso es casi una obligación, si no de los veteranos autores, como es el caso de Pilar Peláez, pues lejos de interpretar que el arte debe acomodarse, quizá para hacerse reconocible en el espectador lo que se llama estilo de artista, insiste en combinar experiencia y materiales con resultados diversos, que no tienen porque recordar a series anteriores.

En esta nueva serie, titulada “Redes y vínculos”, nos propone establecer conexiones visuales de lo que podría ser la amalgama sensorial que se desencadena en todas las relaciones sociales. Pues en esas redes, cabe la cercanía, la colaboración, el cariño construido o la solidaridad, pero también en esos vínculos se puede dar la opresión, la instigación o la obligación de favores. En fin ahí está en imagen lo que ocuparía una vida.