En la obra de Shoji Yokoshima la diferencia está en que el color ha conseguido que sea la materia y el tema a la vez.

Es decir, cuando contemplamos sus trabajos es fácil percatarse que el color envuelve y da sustento a todo los demás, es decir, el color da forma a la arquitectura compositiva, pero también da sentido a las posibles sugerencias temáticas, e igualmente produce las calidades matéricas de la obra.

Yokoshima trae “el paisaje primario” y como él me explica, es la búsqueda de un espacio que todos puedan reconocer en sus recuerdos de horizontes, sean estos productos de la lejanía o del acercamiento introspectivo.

Busca, quizá sin conseguirlo del todo, como hace aquel que no renuncia a lo conveniente, un lugar común donde el idioma, o sea la comunicación, no precise de traducciones.